Nadie puede ser libre trabajando para otra persona.

Es la contradicción del libertarado promedio.

Nadie puede ser libre trabajando para otra persona. No dispones de tu propio tiempo de vida, ni de tus decisiones laborales.

El libertarado promedio avala mucho la explotación y precarización del trabajador.

Se creen que van a ser jefes cuando van a ser empleaduchos toda su vida. Cómo sus padres.